lunes, 18 de enero de 2016

De vuelta al trabajo; de vuelta a la escritura; de vuelta a una nueva y apasionante aventura




        2015 ya es historia. Una gran historia para mí en cuanto a mis escritos se refiere. Una historia que se cierra para abrir una nueva con este recién comenzado 2016. La máquina de las ideas vuelve a engrasarse dentro de mi cabeza. Lo que anuncié en mi último artículo publicado en mi blog sigue su camino al pie de la letra en mi primer artículo de este año: abandono temporalmente la participación en certámenes literarios para sumergirme en una nueva y apasionante aventura. En un atrevido retorno. En un regreso que ya hacía tiempo me buscaba y acechaba. Los cimientos para la que en un futuro cercano será mi nueva novela ya empiezan a levantarse con tinta, papel, procesadores de texto y sacando tiempo que mi trabajo como auxiliar de geriatría me deja.

            ¿Qué cómo será esa nueva novela de Emcharos? ¿De qué tratará? ¿Dará mucho miedo? ¿O tendrá menos miedo? ¿Cuál será su tema principal? ¿Para cuándo se podrá leer? Siento no poder responderos aún a todas esas preguntas, pero poco a poco iré desvelando detalles aquí en Emcharos 2002 de lo que será esa novela. Mi objetivo con ella sí os lo puedo desvelar desde ya: no es otro que el de enganchar a su lectura al máximo número de lectores posibles. Lectores de todas las edades. De todos los lugares. Lectores que puedan aplaudirme una vez terminada la lectura de esa novela o que me manden directamente a la mierda por la porquería que han tenido entre manos. Si son más los aplausos muchísimo mejor, pero ante todo mi deseo es el de seguir llegando a gente de todo el mundo con mis escritos, mis historias, mis fantasías o paranoias literarias. Seguir firmando con mi seudónimo de Emcharos en las estanterías de más y más y más bibliotecas personales y públicas. Una firma que como todos mis compañeros de letras saben, cuesta sangre, sudor y lágrimas. Y tinta, mucha tinta. Es duro, lo sé, lo sabemos, pero cuando llegas a ese ansiando punto y final, cuando ves terminado felizmente tu trabajo, cuando el manuscrito se convierte en libro, cuando llegas a presentarlo al mundo, al universo, cuando te llegan y te dan la enhorabuena por lo que has hecho, lo que has escrito, lo que has dado a nacer,… Cuando todo eso llega, piensas que valió y mucho la pena toda la sangre, sudor y lágrimas derramadas. Valió la pena toda la tinta invertida. Cuando tu sueño se hace realidad vale la pena todo lo que has vivido, luchado y enfrentado.

            Mi nuevo sueño con forma de novela ya ha comenzado su andadura. Los ríos de tinta han comenzado a desembocar en hojas en blanco. La máquina de las ideas comienza a sacar sus hilos narrativos. Comienza a construirse una vida. Un mundo. Una ilusión. Es el comienzo del comienzo de todo. Érase una vez una nueva y fantástica novela de Emcharos que buscaba con tesón hacerse realidad. Y comenzamos…